Pysanky

Alexandra Romanenko's pysanky - Tucson, May, 1982 [image courtesy of James S. Griffith]

Alexandra Romanenko's pysanky - Tucson, May, 1982
[image courtesy of James S. Griffith]

The making of Easter eggs has developed into a highly complex and symbolic art form in Ukraine, a country for many years under Soviet domination, and just beginning to return to its traditions of devout Catholic and Orthodox Christianity. Ukrainian Easter eggs are called pysanky, singular pysanka - "things that are written upon." They are not painted, but rather produced by a complex wax-resist dying process, and as one can see, they can get very complex and lovely indeed. The late Mrs. Romanenko was born in Ukraine and emigrated to the United States after World War II. She had a reputation in Tucson as a strong and passionate carrier of Ukrainian traditions. 

A pysanka by Mrs. Romanenko ready for presentation in its basket, March, 1982 [image courtesy of James S. Griffith]
A pysanka by Mrs. Romanenko ready for presentation in its basket, March, 1982
[image courtesy of James S. Griffith]

A main purpose of making pysanky is to give them to family members and respected outsiders. A gift of a pysanka is, among other things, the gift of life, so the egg is never blown but remains entire all of its "life." Each design and color on the pysanka has one or more symbolic meanings: the cross- hatching on this one represents netting, and refers to Jesus' promise to His disciples that they would become "fishers of men." When one gives a pysanka, one usually puts it in a small basket with plastic "grass," like this one.

Mrs. Alexandra Romanenko melting the wax on a pysanka by passing it through the flame of a candle, Tucson, April, 1982 [image courtesy of James S. Griffith]
Mrs. Alexandra Romanenko melting the wax on a pysanka by passing it through the flame of a candle, Tucson, April, 1982
[image courtesy of James S. Griffith]

In addition to their meaning as Christian symbols, pysanky had an additional meaning for many older Ukrainian Americans. They represented the hopes of a free Ukraine. This strong national association may be among the reasons why pysanky-writers are usually careful to dress in traditional costume when demonstrating in public. On this occasion, Mrs. Romanenko was being interviewed on videotape.

The steps in making pysanky, by Helen Gaus of Tucson, April, 1983 [image courtesy of James S. Griffith]

Ms. Gaus was one of Mrs. Romanenko's students, and made this set to show the steps in making simple pysanky. The design is created by dipping a pinhead in wax and drawing on the egg. First she "wrote," as Ukrainians would say, on the white egg. She then dipped the egg in a yellow dye bath, wrote on it again, and dipped it in red. She finally melted the wax in the flame of a candle, and wiped it off, leaving the finished red egg with white and yellow designs. The same process is followed for the more complex eggs, except that a small hollow writing instrument called a kistka is used instead of a pinhead. 

Anne Franzen writing on a pysanka, Tucson, April, 1984 [image courtesy of James S. Griffith]
Anne Franzen writing on a pysanka, Tucson, April, 1984
[image courtesy of James S. Griffith]

The egg has passed through its first (yellow) dye bath, and is being written on with a kistka before being plunged into the next color. Dyes move from lighter to darker for easily understood mechanical reasons, but for a symbolic reason as well - the darker colors represent the heart and the order of dying represents the triumph of heart (and faith) over intellect.

Pysanky display in Anne Myers' living room, Tucson, March, 1980 [image courtesy of James S. Griffith]
Pysanky display in Anne Myers' living room, Tucson, March, 1980
[image courtesy of James S. Griffith]

What happens to pysanky after they are made (often during Holy Week)? They are taken to church on Easter Sunday and blessed by the priest. Then they are given away. Their recipients place them on public display in some prominent place in the home - often in an oversized brandy snifter, as is the case here. Also on the shelves and the wall are other visual statements of Ukrainian identity.

 

Pysanka de Alexandra Romanenko – Tucson, mayo de 1982 [la imagen por cortesía de James S. Griffith]
Pysanka de Alexandra Romanenko – Tucson, mayo de 1982
[la imagen por cortesía de James S. Griffith]

La creación de huevos de Pascua se ha desarrollado en una forma altamente compleja y simbólica de arte en Ucrania, un país por muchos años bajo el control soviético, y que apenas comienza a regresar a sus tradiciones de Cristiandad Católica y Ortodoxa. Los huevos de Pascua ucranios son nombrados pysanky, pysanka en singular – “cosas en las que se escribe por encima.” No están pintados, sino que están hechos mediante un proceso complejo en el que se colora a base de cera, y como se puede ver, pueden llegar a ser verdaderamente muy complejos y encantadores. La difunta Sra. Romanenko nació en Ucrania e inmigró a los Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial. Tenía una reputación en Tucson de ser una portadora fuerte y apasionada de las tradiciones ucranias.

Pysanka hecho por la Sra. Romanenko listo para la presentación en su cesta, marzo de 1982
[imagen por cortesía de James S. Griffith]
Pysanka hecho por la Sra. Romanenko listo para la presentación en su cesta, marzo de 1982 [imagen por cortesía de James S. Griffith]

El propósito principal de hacer pysanky es dárselos a miembros de la familia y extranjeros respetados. El regalo de un pysanka es, entre otras cosas, el regalo de toda una vida, así que el huevo nunca se gasta sino que permanece intacto por toda su “vida.” Cada diseño y color en el pysanka tiene uno o más significados simbólicos: las marcas de cruces representan redes, y se refieren a la promesa de Jesús a sus discípulos que se convertirían en los “pescadores de hombres.” Cuando se da un pysanka, generalmente se pone dentro de una cesta pequeña con “hierba” plástica como se observa aquí.

La Sra. Alexandra Romanenko funde la cera en un pysanka para pasarlo por la llama de una vela, 
Tucson, abril de 1982
[imagen por cortesía de James S. Griffith]
La Sra. Alexandra Romanenko funde la cera en un pysanka para pasarlo por la llama de una vela, Tucson, abril de 1982 [imagen por cortesía de James S. Griffith]

Además de su significado como símbolos Cristianos, los pysanky tenía otro significado para muchos americanos ucranios mayores. Representaban las esperanzas de una ucrania libre. Esta fuerte asociación nacional puede estar entre las razones de por qué los creadores de pysanky generalmente procuran vestirse en un traje tradicional cuando están haciendo una demostración pública. En esta ocasión, se estaba entrevistando a la Sra. Romanenko por video.

Los pasos en hacer pysanky, por Helen Gaus de Tucson, abril de 1983
[la imagen por cortesía de James S. Griffith]

La Sra. Ms. Gaus fue una de las estudiantes de la Sra. Mrs. Romanenko, e hizo esta muestra para demostrar los pasos para hacer un pysanky simple. Para crear el diseño, se moja un alfiler de cabeza en cera y después con éste se dibuja en el huevo. Primero ella “escribió,” como lo dirían los ucranianos, en el huevo blanco. Luego mojó el huevo en un baño de tinte amarillo, volvió a escribir en él, y lo mojó en tinta roja. Finalmente fundió la cera en la llama de una vela, y la limpió, dejando el huevo rojo terminado con diseños blancos y amarillos. Se sigue el mismo procedimiento para los huevos más complejos, pero se utiliza un instrumento pequeño y hueco para escribir llamado kistka, en vez de una cabeza de alfiler.

Escritura en un pysanka, Tucson, abril de 1984 de Anne Franzen
[la imagen por cortesía de James S. Griffith]
Escritura en un pysanka, Tucson, abril de 1984 de Anne Franzen [la imagen por cortesía de James S. Griffith]
Muestra de pysanky en el salón de Anne Myers, Tucson, marzo de 1980
[la imagen por cortesía de James S. Griffith]
Muestra de pysanky en el salón de Anne Myers, Tucson, marzo de 1980 [la imagen por cortesía de James S. Griffith]

¿Quée pasa a los pysanky después de que son hechos (a menudo durante la Semana Santa)? Se llevan a la iglesia el Domingo de Pascua y el Padre los bendice. Entonces son regalados. Sus destinatarios los colocan en algún lugar importante de la casa – frecuentemente en una gran copa de coñac, como es el caso de esta imagen aquí. También en los estantes y la pared están otras declaraciones visuales de la identidad ucrania.